Una delicada mezcla de personalidad compleja, gran factura, buena estructura, elegancia y fresca acidez. Delicados aromas frutales y florales perfectamente integrados con el aporte de la crianza en barrica dan paso a una boca de intensos frutos rojos, ciruelas, taninos maduros y jugosos. Un vino de estilo moderno que expresa fielmente su terroir y hace gala de una personalidad que sólo se encuentra en vinos provenientes de parras añosas.
La cosecha 2012 de Código de Familia 380 nos entrega un vino superior en elegancia y complejidad. Sutiles aromas florales y frutales se integran con una delicada madera para dar paso a una boca de taninos redondos y maduros, rica en frutos rojos y ciruelas. De larga persistencia, se trata de un vino moderno que exhibe la personalidad que sólo se encuentra en vinos provenientes de parras añosas. Un vino que invita hoy a una nueva copa, y que tiene el potencial para envejecer por al menos 10 años.
La cosecha 2013 de Código 380 nos entrega un vino de perfecta armonía entre elegancia, frescura y complejidad. En nariz atraen aromas florales y frutales junto a matices de especias dulces que se integran muy bien con una boca de taninos redondos y maduros, rica en frutos rojos y ciruelas secas. De larga persistencia, es un vino que exhibe personalidad y una estructura compleja, propia de los grandes vinos de esta zona y del mundo. El sello de esta cosecha es su frescura, acidez equilibrada, aromas frutales, gran intensidad de color y larga permanencia en boca. Un vino que invita hoy a una nueva copa, y que tiene el potencial para envejecer por al menos 10 años.